
LOS OJOS DEL BEBÉ. SECRETOS
Casi el 80% de los niños nacen hipermétropes y cerca de un 10 % presentaran defectos de refracción que requerirán corrección en años posteriores. La visión es el sentido menos desarrollado en el recién nacido y requiere un proceso de adaptación, maduración y aprendizaje. Al nacer el niño solo ve en blanco y negro porque los conos responsables de captar el color todavía no se han desarrollado y la sensibilidad del ojo ante la luz aparece muy pronto, ya que los cierra enseguida cuando se le pone ante los ojos. Tiene lo que se puede llamar mirada auditiva, es decir, que abre los ojos y gira la cabeza hacia el lado de donde provenga el sonido. Puede detectar la luz y la oscuridad y enfoca hasta una distancia muy corta (20-25 centímetros).
Debido al traumatismo del parto puede aparecer en el blanco del ojo una especie de hemorragia denominada subconjuntival que es completamente inofensiva que suele desaparecer en pocos días y no es indicativo de lesión ocular. Al nacer el color del iris es azul-grisáceo y se define entre los tres y seis meses. El color del iris está determinado fundamentalmente por la cantidad de pigmento (melanina) presente en él. Se definen tres colores básicos de ojos: marrón, verde y azul, ordenados de mayor a menor según la cantidad de pigmento existente en él mismo, si bien existen muchas variantes entre ellos.
EXPLORANDO SUS OJOS.
La evaluación de los ojos del recién nacido se hace para descartar defectos congénitos y conjuntivitis. Dentro del grupo de defectos congénitos los más frecuentes son:
- Ptosis parpebral congénita: Es la caída del párpado superior en posición neutra de mirada.
- Aniridia: Ausencia de iris que es una anomalía rara y que se hereda con carácter autonómico dominante.
- Cataratas congénitas: presencia de opacidades del cristalino, debido a problemas en su desarrollo. Puede tener una causa heredeitaria, ser secundaria a infecciones durante el embarazo (rubéola), deberse a enfermedades metabólicas (diabetes, hipotiroidismo), o bien a una miscelánea de causas entre las que destacamos situaciones carenciales, tóxicos, alteraciones cromosómicas o actuación de radiaciones ionizantes.
- Glaucoma congénito: Patología derivada del drenaje defectuoso de una sustancia situada entre la cornea y el cristalino, llamada humor acuoso. Es mas frecuente en los niños que en las niñas y suele diagnosticarse a partir del sexto mes de vida. Las manifestaciones clínicas iniciales engloban fotofobia, lagrimeo y tumefacción a nivel corneal. Es esencial el reconocimiento temprano para la prevención de la ceguera permanente ya que el padecimiento a menudo es bilateral.
OTROS ASPECTOS RELACIONADOS CON LA PATOLOGIA OCULAR DEL BEBÉ.
- Leucoria o pupila blanca: Puede deberse a varias causas:cataratas congénitas; retinoblastoma ( es un tumor maligno intraocular); retinopatía del prematuro ( patología que sufren determinados prematuros que han sido expuestos a valores muy altos de oxigeno durante varias semanas).
- Estrabismo: Tras el nacimiento, los movimientos oculares no están totalmente coordinados y es posible un estrabismo transitorio. Hablaremos de estrabismo convergente cuando la desviación de la mirada sea hacia la nariz, o divergente, cuando la desviación sea hacia fuera. El tratamiento engloba medidas conservadoras iniciadas muy precozmente ( en el primer año) y en ciertos casos precisa intervención quirúrgica.
- Obstrucción del conducto nasolagrimal: Los niños con esta patología presentan lagrimeo persistente y conjuntivitis aguda o de curso crónico con abundantes secreciones purulentas en la superficie del ojo. Normalmente se resuelve con el llamado masaje de Crigler (aplicado en el saco lagrimal).
- Dacriocistitis: es una inflamación del conducto lagrimal. No suele estar presente en el nacimiento. El tratamiento consiste en la administración de antibióticos, compresas calientes en la zona afectada y analgésicos.
Eloy Llopis Vizcaíno
Óptico-Optometrista col.10.094