
LA MIOPÍA.
La denominación se debe al impulso de las personas “cortas de vista” de entrecerrar los ojos para poder fijar su atención en acciones u objetos que se encuentren a distancias intermedias o lejanas, con el fin de poder enfocar con mayor nitidez.
La miopía de nacimiento es poco frecuente, suele aparecer entre los seis y dieciséis años.
En los miopes, el objeto o la imagen que desea observar queda enfocada delante de la retina, y no exactamente sobre ella.
Está plenamente demostrado –estudios científico sanitarios- que hay un mayor incremento de la miopía en las personas que viven en las ciudades, demostrando que la miopía se produce con frecuencias diferentes, según algunas situaciones culturales determinadas, tipos de actividades laborables, razas y ecosistemas ambientales. También se ha investigado sobre la incidencia que tiene la dieta en la miopía y en el alargamiento del globo ocular, no hallándose relaciones significativas de mención, aunque se comprobó que los miopes tienen una tendencia a la disminución de calcio en la sangre.
Es curioso comprobar que una gran parte de los miopes parecen tener ciertos aspectos de su personalidad parecidos: introvertidos, tranquilos, intelectualmente concentrados, inhiben sus actitudes agresivas, etc.
¿SE PUEDE DETECTAR LA MIOPIA?
La miopía se desarrolla en algunos niños durante su edad escolar, ya que el sistema visual no puede soportar el esfuerzo que se exige en trabajos de visión próxima. Así como consecuencia pierden agudeza visual. Es fácil de descubrirla, ya que la persona miope no ve bien de lejos y guiña sus ojos para poder enfocar las imágenes lejanas con nitidez.
Los síntomas que podemos observar son los siguientes:
Ve mal de lejos, guiña los ojos, se acerca a la TV, no ve bien la pizarra, le gusta leer pero no percibe los cambios de iluminación, en ocasiones le duele la cabeza, suelen ser buenos estudiantes.
¿SE PUEDE PREVENIR Y CURAR LA MIOPIA?
Solamente se pueden curar las enfermedades y la miopía, en sí misma considerada y al igual que otras anomalías de índole refractivo, no es una enfermedad, y por eso no tiene cura, sino que se compensa por medio de lentes oftálmicas.También se puede compensar mediante cirugía refractiva, pero el ojo sigue siendo miope.
TRATAMIENTO
El Óptico-optometrista, después de un examen visual y de haber clasificado el tipo de miopía, adoptará las medidas adecuadas y prescribirá los medios compensadores (gafas, lentes de contacto y/o entrenamiento visual, etcétera).
Los padres y educadores deberán de estar muy atentos a la posible miopía de los niños, observando posturas y acciones que adoptan al jugar, al hacer sus deberes, ya que pueden repercutir en otros problemas más difíciles de detectar a simple vista.
Especial atención a los posibles complejos de inferioridad de los adolescentes miopes. Lo ideal en estos casos es la utilización de lentes de contacto, ya que podemos correr el riesgo de que el joven polarice su vida hacia su problema visual.